ANTICICLONES
Centros de altas presiones por encima de 1013 mb, que giran en sentido horario en el hemisferio norte. En las zonas próximas al centro del anticiclón el tiempo es generalmente bueno y los vientos allí son débiles. El máximo de estabilidad está situado cerca del centro del anticiclón. Si el aire es seco, el cielo puede estar despejado; y si los vientos son débiles o están en calma, es posible la formación del rocío, o de la escarcha en invierno. Cuando el aire es húmedo se forman nieblas y neblinas matinales; en ocasiones, con la presencia de un anticiclón muy potente y estable, ocurre también el fenómeno de la inversión térmica. La inversión térmica se produce cuando en una capa de aire la temperatura aumenta con la altura.
Normalmente, la temperatura de la atmósfera, en sus capas inferiores, disminuye con la altitud, pero cuando se enfría la superficie terrestre se produce una perturbación en la distribución de temperaturas, invirtiéndose el proceso. Con la inversión térmica suelen aparecer las nieblas, ya que hay mucha estabilidad (propiciada por un anticiclón) y ausencia de cambios turbulentos (viento en calma). Las condiciones son bien diferentes cuanto más nos alejemos del centro del anticiclón: El viento es más fuerte y el aire menos estable. Entonces el tiempo depende fundamentalmente de las propiedades de la superficie subyacente, que actúan sobre la humedad y la estabilidad del aire.
Se conoce como anticiclones dinámicos a los originados por la dinámica general de la atmósfera que ocupan las latitudes tropicales (anticiclones cálidos, como el de las Azores) y las polares (anticiclones fríos, como los del Atlántico norte o el Escandinavo). Pero también hay anticiclones térmicos, allá donde el frío del continente enfríe la masa de aire que tiene sobre él y la haga caer con su giro característico. Este suele ser el tipo de anticiclón que se instala en el invierno en la Meseta castellana, en el centro de Europa o en Siberia.
Altas presiones sobre la Península Ibérica:
• Anticiclón de las Azores: de origen dinámico (es decir, surge como producto de la circulación general atmosférica), en verano se desplaza hacia el N, en invierno no nos afecta, en los equinoccios se desplaza intermitentemente, se origina en las altas presiones subtropicales y está asociado al aire tropical marino.
• Anticiclones polares marinos atlánticos: son dinámicos, provocan cielos despejados y frío en invierno, tienen fugaces apariciones en primavera y otoño alternando con el Frente Polar, se originan en los vientos fríos del norte.
• Anticiclón Escandinavo, europeo y euroasiático: son térmicos (es decir, surgen por diferencia de temperaturas en este caso debido al enfriamiento brusco de las temperaturas durante el invierno en el interior de los continentes), penetran cuando se asienta una baja presión en el golfo de Liguria, da lugar a olas de frío en invierno, están asociados a vientos fríos, secos y heladas.
• Anticiclón peninsular: de origen térmico, produce cielos despejados y frío en invierno.
BORRASCAS
Centros de bajas presiones, que giran en el hemisferio norte en sentido antihorario. El centro de la borrasca es el punto en que la presión es mínima y está rodeado de una o varias isobaras cerradas. Cuanto más nos alejemos del centro, mayor es la presión. Existe un tipo especial de borrasca llamada "borrasca térmica", la cual se debe a un calentamiento intenso del suelo continental. No están ligadas a frentes y, a menudo, este tipo de situaciones no representan más que una circulación del aire, ya que la humedad del mismo es insuficiente para que lleguen a producirse formaciones nubosas importantes.
Bajas presiones sobre la Península Ibérica:
• Depresión de Islandia, del Mar del Norte y Borrascas del Oeste: son de origen dinámico (como resultado de la circulación general atmosférica), producen el Frente Polar y con él lluvias y vientos fríos, se dan en invierno.
• Depresión de Génova: de origen térmico (debido a cambios bruscos de temperaturas), surge por el enfriamiento rápido del continente y el efecto termostato del Mediterráneo, produce lluvias en otoño.
• Depresión Azores: igual a la anterior, pero en el suroeste peninsular.
• Depresión peninsular y europea: de origen térmico, producen lluvias locales en verano. Suelen crear una situación de pantano barométrico en la península en verano relacionada con el anticiclón de las Azores.
• Depresión Sáhara: de origen térmico, envía olas de calor en verano.
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